La calidad y la salud del suelo son cualidades dinámicas y pueden cambiar en el corto plazo, de acuerdo con el uso y prácticas de manejo, y para conservarla es necesario implementar prácticas sustentables en el tiempo. La evaluación de la calidad del suelo permite entender y revertir el deterioro en dicha funcionalidad ecosistémica. Por lo tanto, la elaboración de una "guía de buenas prácticas del cultivo del girasol" es esencial para derivar el cultivo hacia sistemas agrícolas sostenibles, inteligentes, adaptados al cambio climático y ayudará a los agricultores a cumplir con los ecoesquemas de la nueva Política Agrícola Común. 

En este sentido, esta será una guía práctica, moderna, útil que permita aumentar la eficiencia de uso de nutrientes y sirva para rentabilizar las explotaciones actuales, ayudar a su adaptación a las nuevas normativas y que permita evaluar conjuntamente calidad, sostenibilidad y rendimiento del girasol en las diferentes regiones de cultivo en España. Por lo tanto, se aportará un valor añadido y diferencial al subsector agrícola del girasol que ayudará al desarrollo económico y sostenible del sector de la agricultura y al desarrollo de las zonas rurales  al aportar un conocimiento dieferncial para los agricultores del sector y que les permita rentabilizar y desarrollar de forma sostenible sus explotaciones.  

Con el proyecto se busca impulsar un modelo innovador de gestión que mejore la rentabilidad y sostenibilidad del cultivo del girasol, basado en la eficiencia del uso de nutrientes y en la calidad y salud edáfica. En este sentido, con los desarrollos establecidos en el marco del poryecto se espera conseguir una serie de informes de referencia con parámetros (fisicoquímicos, de materia orgánica del suelo, biológicos), e indicadores diferenciales para los agricultors que les permita evaluar la calidad y salud de su suelo de forma sencilla y fiable. 

Este sistema de indicadores constituirá como una herramienta útil para la toma de decisiones en relación a la fertilización y manejo sostenible y eficiente del cultivo de girasol y que permita realizar un seguimiento de la evolución de las propiedades productivas y ecosistémicas de su suelo. En este sentido, permitirá modernizar y aumentar la tecnificación del cultivo de girasol, aplicando el uso de estos parámetros indicadores del estado de los suelos para la toma de decisiones respecto a la nutrición de los cultivos y la sostenibilidad del agroecosistema del girasol. 

Asimismo, a pesar de la dificultad de incorporar en los indicadores de salud del suelo parámetros importantes relativos a la biodiversidad estructural y funcional del microbioma edáfico, se estudiará el comportamiento de este tipo de parámetros y su posible utilización y validez como indicadores. Con todo ello los agricultores y productores dispondrán de información y formación efectiva y útil que pueda ser empleada para obtener un cultivo de girasol rentable y sostenible.