Según los datos que tenemos hasta la fecha, Varroa destructor supone el principal problema sanitario que afecta a la cabaña apícola en la actualidad, favoreciendo la aparición de tasas de mortalidad muy altas en las colmenas, ya sea por sus propios efectos o por la transmisión de otros patógenos, principalmente virus.



Este ácaro tiene un ciclo de vida complejo y su reproducción en el interior de las celdas de cría hace muy complicada la acción de los tratamientos aplicados, por lo que las medidas terapéuticas deben realizarse principalmente en las épocas con un menor número de cuadros de cría, cuestión que no coincide temporalmente en todos los lugares del país. Además, la aplicación de los productos terapéuticos registrados frente a Varroa, no está exenta de problemas debido a que pueden generar residuos en los productos apícolas y a la aparición de ácaros resistentes a los mismos. Por otro lado, productos como el ácido oxálico, con los que se evitarían este tipo de problemas, tampoco ofrecen actualmente unos resultados con garantías en el control de Varroa destructor, ya que existen diversidad de protocolos de administración y algunos riesgos para la salud de las abejas que desconciertan a los apicultores.



Por todo ello, existe la necesidad de realizar estudios científicos que definan protocolos claros de administración de ácido oxálico, teniendo en cuenta tanto las variable ambientales y temporales que pueden afectar al éxito del tratamiento, como el estado general de la colmena. Además, es conveniente avanzar en la búsqueda de productos alternativos para el control de Varroa destructor, los cuales, de una manera natural y sin suponer un riesgo para las abejas, ayuden a reducir la incidencia de este patógeno en la cabaña apícola española.